Que puedo decir, hoy es una de esas tardes de domingo, lluviosa y nublada, de las que no sales de casa, mas bien te limitas a ver la tele y a preparar la mochila, a la espera de la vuelta a la rutina que conlleva el día siguiente. No, desde luego no es el mejor día de la semana, y es el que mas odio se lleva por mi parte, mas incluso que el lunes, porque es el día de espera a la semana que se nos viene encima, una encerrona, entre una semana que acaba y otra que empieza, y posiblemente, sea el día en el que mas pienso.
Puede que a simple vista parezca una estupidez, si pensar lo hace todo el mundo (algunos mas que otros, todo hay que decirlo), pero alguien me dijo una vez: "pensar es malo" y tenía razón, depende de en que situación estés, o de como te encuentres, quizá pensar ciertas cosas no sea bueno, y no lo es.
En este último año, he perdido ciertas cosas importantes para mi, es cierto eso de que no sabes lo que tienes, o tenías mejor dicho, hasta que lo pierdes, aunque quizás no hayas tenido la culpa de ello, roces o cambios por ambas partes, pérdida de cosas en común, que pueden hacer separarte de algo tan importante como un amigo; falsas ilusiones, mentira tras otra, frialdad al decir palabras que fluyen de nosotros a veces por simple orgullo herido, que hacen que una persona pierda el brillo de los ojos que aparecía al mirar a esa persona especial, que acaba dejándote con el corazón roto o dañado, sin que a veces haya un buen motivo para ello.
Esto, es precisamente lo que suelo pesar en estos días, hay tanto que puedo recordar de ellos que duele, ¿cómo ha pasado todo esto? me suelo preguntar, ha pasado tan deprisa, que aún no me hago a la idea de ello.
Dicen, que las cosas siempre pasan por algo, que si pasa, es porque debía suceder y punto. Intento darme ánimos con eso, pensar que lo hecho, hecho está, y por algo se hizo, pero eso no quiere decir, que me guste el giro que ha dado todo, se pierde y se gana, y aún estoy esperando ganar algo de todo esto.
Supongo que es mejor dejarlo correr, a fin de cuentas, estoy harta de matarme la cabeza con ello.
Puede que a simple vista parezca una estupidez, si pensar lo hace todo el mundo (algunos mas que otros, todo hay que decirlo), pero alguien me dijo una vez: "pensar es malo" y tenía razón, depende de en que situación estés, o de como te encuentres, quizá pensar ciertas cosas no sea bueno, y no lo es.
En este último año, he perdido ciertas cosas importantes para mi, es cierto eso de que no sabes lo que tienes, o tenías mejor dicho, hasta que lo pierdes, aunque quizás no hayas tenido la culpa de ello, roces o cambios por ambas partes, pérdida de cosas en común, que pueden hacer separarte de algo tan importante como un amigo; falsas ilusiones, mentira tras otra, frialdad al decir palabras que fluyen de nosotros a veces por simple orgullo herido, que hacen que una persona pierda el brillo de los ojos que aparecía al mirar a esa persona especial, que acaba dejándote con el corazón roto o dañado, sin que a veces haya un buen motivo para ello.
Esto, es precisamente lo que suelo pesar en estos días, hay tanto que puedo recordar de ellos que duele, ¿cómo ha pasado todo esto? me suelo preguntar, ha pasado tan deprisa, que aún no me hago a la idea de ello.
Dicen, que las cosas siempre pasan por algo, que si pasa, es porque debía suceder y punto. Intento darme ánimos con eso, pensar que lo hecho, hecho está, y por algo se hizo, pero eso no quiere decir, que me guste el giro que ha dado todo, se pierde y se gana, y aún estoy esperando ganar algo de todo esto.
Supongo que es mejor dejarlo correr, a fin de cuentas, estoy harta de matarme la cabeza con ello.
